En 1976, Robert Browning inició su pionera Serie de Conciertos de Música del Mundo en la ciudad de Nueva York, organizada en el Alternative Center, un espacio de arte del Lower East Side que apoyaba a artistas excluidos del sistema de galerías convencional.
En la década de 1980, cambió su nombre a Alternative Museum y se mudó a Tribeca. Para 1985, la demanda lo llevó a él y a su esposa Helene a fundar el World Music Institute (WMI), que organizó más de 1,500 conciertos, incluidos festivales como el Festival de la India, el New York Winter Blues Festival (1984-1993), la serie de conciertos El Mundo Musical del Islam (1993-94, 1995-96), el Festival de Música y Danza Griega (2000-2005) y el Festival de Flamenco de Nueva York.
Hoy, la XXIV Edición del Festival Flamenco de Nueva York honra a Granada, una ciudad del sur de España, la capital de la provincia de Granada, que se encuentra dentro de la comunidad autónoma de Andalucía.
El viaje de Federico García Lorca a Nueva York en 1929, un período de profunda transformación que dio a luz a “Poeta en Nueva York”, se conmemora casi un siglo después por el 24º Festival Flamenco de Nueva York.
Este año, el festival dedica su programa al vibrante flamenco de la Granada de Lorca, celebrando el vínculo intrínseco del poeta con el arte.

Foto por Cinthia Menutole
El 7 de marzo de 2025, Roulette Intermedium presentó al cantaor Antonio “El Turry”, al maestro de la guitarra Paco Jarana y a los percusionistas Daniel Suárez y José Manuel “El Oruco”.
Antonio “El Turry”, un vocalista imponente, trajo su talento excepcional a Nueva York para su debut en solitario, “La Búsqueda del Duende” (RBA).
Su voz, un poderoso instrumento de alma y mando, nos condujo a un trance, a las profundidades del místico “el Duende” del Flamenco, un viaje a través de la profunda pasión, la pena y la cruda intensidad de este arte. Proveniente de una estirpe de músicos gitanos, el talento de Antonio “El Turry” está profundamente arraigado.
Es hijo del guitarrista Ricardo de la Juana y la bailaora Rosa la Canastera, y comenzó a actuar con la compañía familiar con tan solo diez años. A los dieciocho, se mudó de su ciudad natal, Almuñécar, a Granada.
El espectáculo se abrió con Paco Jarana, encorvado sobre su guitarra, el maestro, sus dedos un remolino al dar inicio a una melodía doliente y llena de alma.
Entonces, una voz. Una voz profunda, resonante, desnuda de emoción, se fundió con la guitarra.
La virtuosidad del cantaor, Antonio “El Turry”, es manifiesta, con una técnica depurada y una comprensión honda de la música.

José Manuel “El Oruco”. Foto por Cinthia Menutole
El percusionista Daniel Suárez enriqueció la actuación con su notable presencia, y el palmeo de José Manuel “El Oruco” no fue un simple telón de fondo, sino un elemento primordial, que tejía una dimensión rítmica única.
La presencia avasalladora y la voz de Antonio “El Turry” se alzan y se hunden, urdiendo un tapiz de júbilo, quebranto y nostalgia.
En cada canción, el ritmo se acrecienta, la música irrumpe, un tapiz fulgurante de sonido y emoción mientras Antonio “El Turry” se entrega a menudo a su propio ritmo vehemente, plantándose a menudo en el centro del escenario, al término de cada canción.
La voz del vocalista, un instrumento de poder, colmó la sala de emoción. El público estaba cautivado. Fuimos transportados a otro mundo, un reino de pasión, dolor y gozo. El espectáculo fue flamenco en su esencia más pura, una experiencia visceral y cruda que dejó una huella indeleble en nuestras almas, haciendo de la noche un momento poderoso e inolvidable.

Daniel Suárez y José Manuel “El Oruco”. Foto de Cinthia Menutole
El concepto de “duende” se atribuye a García Lorca, quien lo describió como “un poder, no una obra; una lucha, no un pensamiento”.
El “buscando el duende” en el flamenco describe el viaje espiritual del artista, buscando esa emoción profunda y visceral que desbloquea una actuación verdaderamente poderosa.
El “duende”, similar a un espíritu o esencia, es la fuerza mística que conecta al intérprete y al público, nacida de la expresión personal cruda y auténtica.
Para experimentar actuaciones de este calibre o apoyar a estos artistas excepcionales, visite el sitio web de Robert Browning e inicie sesión o done: